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La obstrucción lagrimal en adultos se produce cuando hay un bloqueo parcial o total de los conductos que drenan las lágrimas del ojo hacia la cavidad nasal. Esta afección puede causar lagrimeo, también conocido como epífora, así como otro síntomas y, si no se trata, puede originar complicaciones como infecciones recurrentes e inflamación crónica.
Inflamación: Afecciones de naturaleza alérgica que afectan tanto a la mucosa nasal como a la conjuntiva, pueden llevar al estrechamiento, cierre o cicatrización de los conductos lagrimales.
Traumatismos: Lesiones en la zona facial y periocular, principalmente cuando se producen fracturas de los huesos de la cara, pueden alterar la anatomía de los conductos lagrimales, provocando su obstrucción.
Infecciones: Algunos microorganismos que afectan a la mucosa y a la conjuntiva, pueden ocasionar fibrosis y cicatrización, tanto a nivel de los puntos lagrimales, así como a lo largo de todo el conducto lagrimal hasta la nariz.
Cambios degenerativos: Con el paso del tiempo, los cambios en los tejidos que rodean los conductos lagrimales pueden dar lugar a su estrechamiento y obstrucción, originando la epífora.
Lagrimeo excesivo: A pesar de una producción normal de lágrima, al no haber un adecuado drenaje de la misma, esta rebosa y desciende por la mejilla.
Visión borrosa: En ocasiones, el lagrimeo excesivo puede interferir con la visión clara, sobre todo al leer y mirar hacia abajo.
Legañas: La retención de la lágrima conduce al estancamiento de sus componentes, que pueden depositarse y precipitar originando secreciones tanto en forma de mucosidad como de pequeños cristales.
Infecciones recurrentes: El contenido retenido en el saco puede generar un ambiente propicio para el desarrollo de infecciones bacterianas, lo que causa enrojecimiento, hinchazón y dolor.
Sensación de presión: Especialmente durante una infección.
El diagnóstico de la obstrucción lagrimal generalmente implica una evaluación clínica que incluye:
Historia clínica completa: Detalles sobre los síntomas y su duración.
Examen físico: Evaluación visual y palpación del área periocular.
Pruebas de irrigación: Se utilizan soluciones salinas para determinar el sitio y la naturaleza de la obstrucción.
Imágenes: En algunos casos, se pueden realizar estudios de imagen como tomografías computarizadas (TC) para evaluar la anatomía de los conductos lagrimales.
La dacriocistorrinostomía (DCR) es el tratamiento quirúrgico más común para la obstrucción lagrimal adquirida en adultos. Este procedimiento tiene como objetivo crear un nuevo conducto que permita el drenaje de las lágrimas desde el saco lagrimal hacia la cavidad nasal.
¿Cómo se realiza la dacriocistorrinostomía?
Anestesia: El procedimiento se realiza bajo anestesia general, para mayor seguridad y comodidad del paciente.
Incisión vía externa: Se realiza una pequeña incisión en la piel, en el ala de la nariz. Este enfoque permite visualizar directamente el interior del saco lagrimal y comprobar que no exista patología añadida o adherencias, en cuyo caso pueden ser manejadas durante el mismo acto quirúrgico, para así obtener el mayor porcentaje de éxito con este procedimiento.
Osteotomía: Creación de una ventana ósea desde el saco lagrimal hasta la cavidad nasal, a través del hueso lagrimal, permitiendo que las lágrimas fluyan de nuevo hacia el interior de la nariz.
Sondaje lagrimal: La vía lagrimal es sondada con unos pequeños tubos o stents, que se colocan de forma temporal. Estos tienen el objetivo de mantener abierto el nuevo canal, mientras se produce el proceso de cicatrización.
La recuperación después de la cirugía de obstrucción del lagrimal suele ser rápida y sin complicaciones.
La mayoría de los pacientes experimentan una gran mejoría del lagrimeo desde los primeros días tras la intervención. Sin embargo, el resultado definitivo puede tardar varias semanas en establecerse, dependiendo de la cicatrización. Además, llevará un sondaje lagrimal hasta 2 meses tras la cirugía, que ocupa parcialmente la entrada del flujo a través de los puntos lagrimales.
Si experimenta alguna complicación es importante que se comunique con su oftalmólogo para recibir el asesoramiento adecuado.
Estornudar y sonarse: Las primeras 2 semanas evite taparse la nariz al estornudar y no se suene. Esto puede ocasionar el paso de aire bajo la piel desde la nariz, produciendo una hinchazón repentina del area periocular, conocida como enfisema.
Tratamiento: Cumpla con las indicaciones de su oftalmólogo y acuda a las revisiones. En el caso de que haya infección en el interior del saco, se le prescribirá antibiótico una semana.
Limpieza: Mantenga una buena higiene corporal y del área periocular. No hay problema en ducharse de forma habitual.
Actividad limitada: Los primeros días no realice esfuerzos intensos, ya que podrían abrirse las incisiones.
Protección solar: Es importante proteger la cicatriz para evitar la pigmentación y otras complicaciones. Use protector SPF50+.
Sangrado nasal: Es infrecuente, si aparece y es leve, lo habitual es que cese en las primeras 48 horas. Si es un sangrado profuso, busque atención médica.
Extrusión de los tubos: El sondaje puede desplazarse o salirse de su ubicación apareciendo por fuera del lagrimal. Es importante que no tire de él, e intente volver a introducirlo con suavidad.
Ojo rojo: Es posible que tenga enrojecimiento tanto por la inflamación, como por el roce del tubo.
Sensación de cuerpo extraño: Puede notar sensación de arenilla. Mejora con la aplicación de lágrimas artificiales.
Cicatrización anómala: Suele mejorar con el paso del tiempo, aunque hay ocasiones que la cicatriz puede ser más visible y requiera de un manejo adicional para disimularla.
La obstrucción lagrimal adquirida en adultos puede afectar significativamente a la calidad de vida, pero con un diagnóstico y tratamiento quirúrgico adecuado, los pacientes pueden esperar una notable mejoría de sus síntomas. La dacriocistorrinostomía (DCR) es un procedimiento seguro, predecible y efectivo.
Si experimenta síntomas de obstrucción lagrimal, es fundamental consultar a un oftalmólogo especializado para recibir asesoramiento médico.
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Un trato cercano y amable, a mi me dio mucha seguridad en el preoperatorio, me operó en mayo de obstrucción del lagrimal izquierdo, y muy contenta con el resultado, no tengo más que agradecimiento hacia el doctor Davo.
A mi madre la operó el Dr. Davó de una escisión de conducto lagrimal, ella no estaba muy convencida de operarse, pero el buen trato y la confianza que transmite hizo que al final se decidiera y fue todo muy bien, no ha podido quedar más contenta y satisfecha. El Dr. Davó es un excelente cirujano y como persona es maravillosa, atenta y muy cercana. Gracias Dr. Por todo
Fui operada de un lagrimal por el Dr.Davó, y he quedado muy contenta y como persona es genial.
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